Me desperté con gran pesar al notar que tenía un buen dolor de cabeza.
Por la noche me había costado dormir y ahora esto.
Genial, fantástico, vamos.
Me levanté y me asomé por la ventana.
Negras nubes coronaban el cielo. Era muy posible que lloviera hoy también.
¡Arg, estaba harta de tanta lluvia! ¿Qué tenía que hacer una para que le dieran un poco de sol de vez en cuando?
Estaba haciendo la cama, pensando en lo castigada que iba a estar durante vete a saber cuánto tiempo y cómo iba a sobrevivir cuando mi hermana entró por la puerta y se puso a contarme, muy rápido algo que no fui capaz de entender.
Oírla hablar así me aumentó el dolor de cabeza.
-Cris, no me estoy enterando de nada.
-Decía que ayer vi a Niall en el árbol...
-¿Ya estás otra vez con esa historia? Pero, ¿acaso no le preguntaste y él te dijo que no había estado?
-Ya, pero quizá ese día no estuviera, pero ayer sí lo estaba.
-¿Puedes probarlo?
-Sí. Salí a buscarle fuera, me mareé y me quedé tirada en el césped. Al abrir los ojos de nuevo, estaba tumbada en mi cama, tapada con la manta que estaba doblada en la silla y él estaba de pie en el alféizar. Al ver que le vi, saltó y se perdió en el bosque.
Le puse la mano en la frente.
-¡Eh! ¿Qué haces?-protestó.
-Tomarte la temperatura. Pues no, no parece que tengas fiebre.
-¡No deliro, es la verdad!
Me crucé de brazos.
Mi hermana últimamente no era mi hermana.
-Vale Cris, está bien, si tú dices que estaba, estaba y ya está.
-Lo dices para que me calle, pero en realidad no me crees.
-No es que no te crea, Cris, es que no entiendo nada de lo que nos está pasando.
Suspiré.
-Son demasiadas cosas. El extraño comportamiento de papá y mamá, los chicos, los que nos atacaron ayer... Son demasiadas cosas que, aunque pienso, no encuentro una explicación.
-Ya...
-Y para rematar, echo de menos al abuelo. Si él estuviera aquí, seguro que tendría alguna explicación... O al menos, una historia de las suyas...
-¿Y si vamos a verle? Quizá nos sintamos mejor después de eso... Y después podríamos ir a casa de los chicos y pedir explicaciones por de ayer.
-Tú lo que quieres es preguntarle a Niall si eso que dices es verdad.
-Bueno, sí, también... Pero no estaría demás alguna que otra respuesta. ¿No crees?
-Tienes razón. Pero papá y mamá no nos dejarán salir.
-¿Quién ha dicho que tengan que enterarse?-dijo, sonriendo.
Quince minutos más tarde, vestidas y arregladas en la medida de lo posible, bajábamos con ayuda de una cuerda por la ventana del cuarto de Cris.
-Esto es una locura-dije.
-¿Qué es la vida sin un poco de acción?-dijo mi hermana dejándose caer al suelo cuando sólo le quedaba un trecho corto.
Llegué al suelo yo también y echamos a andar con paso rápido, no fuera a ser que a papá le diera por mirar si estábamos en nuestras habitaciones y se encontrara con que habíamos huido.
Esto tenía que ser rápido.
No tardamos mucho en llegar y nos quedamos de pie, mirando la tumba del abuelo, la inscirpción de la lápida, la fotografía que la acompañaba...
Una lágrima empezó a caer por mi mejilla. Entonces recordé lo que el abuelo siempre nos decía "Pase lo que pase, recordad quién sois, y de dónde venís"
Pobre, con una vida tan movida y agetreada como había sido la suya, un hombre tan respetado y querido por todos, aunque mi madre le odiara un poco, cosa muy extraña ya que es su propia hija. Pero bueno, cosas de la vida supongo.
-¿No te da pena?
Cris asintió.
-Joder, aun no me lo puedo creer, mi abuelo, ese hombre que nunca ha estado enfermo, el que hace menos de dos semanas estaba contándonos historias de Vladimir y demás. Joder que hasta un dia antes de su muerte habia estado con nosotras. Y estaba perfecto. Cris, el abuelo no tenia nada, le mataron. Estoy segura. La mordedura de su muñeca… Eso debió ser lo que le mató.
-No delires, ¿qué o quién puede matarle con un simple mordisco?
Yo me encogí de hombros.
-No lo sé. Pero… todo es muy raro desde que él no está…
-Te echamos mucho de menos, abuelito. -Dijo Cris.
-Sí, Edward-Dije- ¿Porque todo esta patas Arribas desde que te fuiste? Nada encaja abuelo, sin ir más lejos ayer creímos que íbamos a morir. Todo es muy raro.
-Edward…-Repitió mi hermana.
Nunca llamábamos a mi abuelo por su nombre, pero asi se llamaba.
Edward Jones, un abuelo envidiable.
Empecé a llorar y inevitablemente me tumbé al lado de la lápida. Me sentía protegida, protegida por él. Por mi abuelo.
-Claudia… Debemos descubrir que mató al abuelo.
Rápidamente me levanté.
Cris tenia razón.
-Quizá los tengan una explicación para eso...¿No dijo Niall algo de que trataron de protegerlo o qué sé yo? Quizá esa marca sea la clave de... Bueno, de su muerte.Por la noche me había costado dormir y ahora esto.
Genial, fantástico, vamos.
Me levanté y me asomé por la ventana.
Negras nubes coronaban el cielo. Era muy posible que lloviera hoy también.
¡Arg, estaba harta de tanta lluvia! ¿Qué tenía que hacer una para que le dieran un poco de sol de vez en cuando?
Estaba haciendo la cama, pensando en lo castigada que iba a estar durante vete a saber cuánto tiempo y cómo iba a sobrevivir cuando mi hermana entró por la puerta y se puso a contarme, muy rápido algo que no fui capaz de entender.
Oírla hablar así me aumentó el dolor de cabeza.
-Cris, no me estoy enterando de nada.
-Decía que ayer vi a Niall en el árbol...
-¿Ya estás otra vez con esa historia? Pero, ¿acaso no le preguntaste y él te dijo que no había estado?
-Ya, pero quizá ese día no estuviera, pero ayer sí lo estaba.
-¿Puedes probarlo?
-Sí. Salí a buscarle fuera, me mareé y me quedé tirada en el césped. Al abrir los ojos de nuevo, estaba tumbada en mi cama, tapada con la manta que estaba doblada en la silla y él estaba de pie en el alféizar. Al ver que le vi, saltó y se perdió en el bosque.
Le puse la mano en la frente.
-¡Eh! ¿Qué haces?-protestó.
-Tomarte la temperatura. Pues no, no parece que tengas fiebre.
-¡No deliro, es la verdad!
Me crucé de brazos.
Mi hermana últimamente no era mi hermana.
-Vale Cris, está bien, si tú dices que estaba, estaba y ya está.
-Lo dices para que me calle, pero en realidad no me crees.
-No es que no te crea, Cris, es que no entiendo nada de lo que nos está pasando.
Suspiré.
-Son demasiadas cosas. El extraño comportamiento de papá y mamá, los chicos, los que nos atacaron ayer... Son demasiadas cosas que, aunque pienso, no encuentro una explicación.
-Ya...
-Y para rematar, echo de menos al abuelo. Si él estuviera aquí, seguro que tendría alguna explicación... O al menos, una historia de las suyas...
-¿Y si vamos a verle? Quizá nos sintamos mejor después de eso... Y después podríamos ir a casa de los chicos y pedir explicaciones por de ayer.
-Tú lo que quieres es preguntarle a Niall si eso que dices es verdad.
-Bueno, sí, también... Pero no estaría demás alguna que otra respuesta. ¿No crees?
-Tienes razón. Pero papá y mamá no nos dejarán salir.
-¿Quién ha dicho que tengan que enterarse?-dijo, sonriendo.
Quince minutos más tarde, vestidas y arregladas en la medida de lo posible, bajábamos con ayuda de una cuerda por la ventana del cuarto de Cris.
-Esto es una locura-dije.
-¿Qué es la vida sin un poco de acción?-dijo mi hermana dejándose caer al suelo cuando sólo le quedaba un trecho corto.
Llegué al suelo yo también y echamos a andar con paso rápido, no fuera a ser que a papá le diera por mirar si estábamos en nuestras habitaciones y se encontrara con que habíamos huido.
Esto tenía que ser rápido.
No tardamos mucho en llegar y nos quedamos de pie, mirando la tumba del abuelo, la inscirpción de la lápida, la fotografía que la acompañaba...
Una lágrima empezó a caer por mi mejilla. Entonces recordé lo que el abuelo siempre nos decía "Pase lo que pase, recordad quién sois, y de dónde venís"
Pobre, con una vida tan movida y agetreada como había sido la suya, un hombre tan respetado y querido por todos, aunque mi madre le odiara un poco, cosa muy extraña ya que es su propia hija. Pero bueno, cosas de la vida supongo.
-¿No te da pena?
Cris asintió.
-Joder, aun no me lo puedo creer, mi abuelo, ese hombre que nunca ha estado enfermo, el que hace menos de dos semanas estaba contándonos historias de Vladimir y demás. Joder que hasta un dia antes de su muerte habia estado con nosotras. Y estaba perfecto. Cris, el abuelo no tenia nada, le mataron. Estoy segura. La mordedura de su muñeca… Eso debió ser lo que le mató.
-No delires, ¿qué o quién puede matarle con un simple mordisco?
Yo me encogí de hombros.
-No lo sé. Pero… todo es muy raro desde que él no está…
-Te echamos mucho de menos, abuelito. -Dijo Cris.
-Sí, Edward-Dije- ¿Porque todo esta patas Arribas desde que te fuiste? Nada encaja abuelo, sin ir más lejos ayer creímos que íbamos a morir. Todo es muy raro.
-Edward…-Repitió mi hermana.
Nunca llamábamos a mi abuelo por su nombre, pero asi se llamaba.
Edward Jones, un abuelo envidiable.
Empecé a llorar y inevitablemente me tumbé al lado de la lápida. Me sentía protegida, protegida por él. Por mi abuelo.
-Claudia… Debemos descubrir que mató al abuelo.
Rápidamente me levanté.
Cris tenia razón.
-Vamos a buscarles.
Salimos del cementerio y emprendimos el camino a su casa, pasando por el bosque, usando el mismo camino que ellos usaron ayer después de... La batalla.
Llamamos al timbre y un sorprendido Louis nos abrió.
-¿Vosotras por aquí?
-En efecto, nosotras por aquí-dije, sonriendo.
-Pasar, pues.-dijo, apartándose.
Entramos y nos dirigimos al salón, donde estaban los demás, que también nos miraron con cara de sorprendidos.
-Vosotras lo que queréis es nuestra muerte-dijo Harry-Sabéis que vuestro padre no quiere vernos juntos y venís. ¿Por qué?
Esto último lo dijo con cierto dramatismo, pero como es tan malo actuando, nos reímos todos de él, olvidando que, lo que decía, en cierto modo era verdad.
-Solo queremos una explicación por lo sucedido ayer-dijo mi hermana.
-¿Y qué queréis que os expliquemos? Esos chicos a los que no conocemos nos atacaron y nos defendimos. No hay mucho más-dijo Zayn.
-Pero uno de los chicos dijo que él, alguien, nos quería vivas. ¿Quién es ese alguien?-preguntó Cris.
Ellos se miraron entre sí.
-No lo sabemos.-dijo Niall.
-Sí, no tenemos ni idea-le secundó Louis.
Nosotras no terminamos de creérnoslo, pero no insistimos más.
Nos sentamos un rato con ellos en el salón y hablamos un rato. Les conté el castigo de papá y la bronca que nos echó ayer.
Le di un codazo a mi hermana.
-¿No querías preguntarle algo a Niall?
Este, y todos, la miraron y ella se sonrojó.
Tímida era un rato, aunque a veces pudiera parecer lo contrario.
-No... Mejor otro día, otro momento, en otra vida, o cuando sea...
Nos reímos de ella.
-Creo saber lo que vas a preguntarme-dijo, mirándola-Y la respuesta es no.
Yo sabía de qué iba el tema, pero los demás no y se quedaron un poco...Confundidos.
-Me imaginaba que dirías eso, pero no te creo.
-Nos hemos perdido...-dijo Liam.
Cris y Niall se seguían mirando.
-Estuviste ahí. Lo sé. Y por mucho que lo nieges, yo sé que es verdad. No lo imaginé, no estoy loca.
-Nadie te ha dicho que lo estés.
-Pero empiezo a pensar que es cierto. No sé por qué lo niegas. Estabas en el árbol, salí a buscarte y luego me llevaste de vuelta a mi cuarto.
-¿Y cómo pude hacer eso? No sé volar y trepar por la pared contigo en brazos es prácticamente imposible.
Mi hermana fue a replicar, pero al no encontrar réplica posible se calló y se cruzó de brazos.
-Sé que lo hiciste. El cómo, no lo sé.
Niall se encogió de hombros.
-Como quieras.
Los chicos se miraban con cara de incomprensión total.
Cris se levantó.
-Será mejor que nos vayamos. Papá podría descubrir de un momento a otro que nos hemos escapado.
-Cierto. Tenemos que irnos.
Nos despedimos de los chicos y volvimos a casa a la carrera.
Subimos por la cuerda, la recogimos, nos pusimos ropa cómoda y aquí no había pasado nada.
Mi hermana no decía nada, pero su rostro me lo decía todo.
Estaba enfadada conmigo por no creerla, con los chicos por no entender nada y con Niall, por negarlo todo.
Bajamos a comer.
-Así me gusta-dijo nuestro padre-Que cumpláis con vuestro castigo como tiene que ser. Sin salir.
-Sí, papá, vale.
Recogimos la mesa, fregamos los platos y subimos de nuevo a nuestros cuartos.
Cris dio un portazo al entrar en su habitación y acto seguido oí como ponía la música a todo volumen.
Definitivamente, estaba enfadada.
Cogí un libro que tenía a medio leer y me tumbé en la cama.
Unas cuantas horas después, llamaron al timbre.
Por curiosidad, me asomé a la escalera a ver quién era y el alma se me cayó a los pies cuando vi al chico de las pizzas en la puerta, hablando tranquilamente con mi padre.
¿Qué haría aquí?
Mi padre se dio cuenta entonces de mi presencia.
-¡Ah, Claudia! ¿Conoces a Matt?
-Nos hemos visto alguna vez, pero no hemos llegado a hablar.-dijo él.
¿Matt? ¿Así se llamaba? No era un nombre que le pegara mucho, a decir verdad.
Mi padre me hizo bajar y darle dos besos.
"No trata demasiado bien a las mujeres, no sé si me entiendes... Es mejor que no os acerquéis a él".
Recordé entonces que Niall nos había avisado sobre él y que prometí avisarle a mi hermana... Pero no lo había hecho.
-Vive en el pueblo. Sus padres eran buenos amigos míos.-explicó mi padre.
-Ah.-dije.
-¿Conoces a Cristina, mi otra hija?-le preguntó entonces mi padre.
-La he visto también alguna vez, pero no hemos hablado nunca.
-Ve a buscarla, anda-me dijo mi padre.
Suspiré y subí.
Aporreé su puerta, pero no debió de oírme por la música, así que entré y me la encontré tirada en la cama, dibujando.
-Papá dice que bajes, que quiere presentarte a alguien.
-Joder, vale, ya bajo.
Puso la música en pausa y salió.
Cuando bajábamos las escaleras vio quién era el chico y me agarró.
-¡Ah, Claudia! ¡Es él, es él, es él! ¿Qué hace aquí? ¿Qué quiere?
-Ah, no sé, suéltame el brazo, me haces daño...
Me soltó y bajó corriendo lo que le quedaba de escalera.
¿Dónde había quedado el monumental enfado que tenía?
Me froté el brazo dolorido mientras negaba con la cabeza.
Mi hermana nunca tendría remedio.
Se presentaron y se dieron dos besos.
Mi padre volvió a explicarle lo mismo que a mí y ella no le quitaba los ojos de encima.
-¿Te apetecería dar una vuelta?-le preguntó él entonces.
Eso la hizo sonreír más y miró a papá.
-¿Puedo, papá?
-Bueno, creo que puedo hacer la vista gorda por un día, después de todo, vas con Matt... Vale, puedes ir.
-¡Bien! Dame un momento, me cambiaré de ropa.
Subió corriendo a su cuarto y cerró la puerta tras de sí.
¡Tenía que avisarla! Se lo prometí a Niall y si algo malo le ocurría, no podría perdonámelo.
-¿Cris? ¿Puedo hablar contigo un momento?
-¡Un segundo, ya salgo!
Abrió la puerta e iba vestida así:
-¿Qué quieres decirme?
-Mira, verás... Los chicos me dijeron ayer que ese chico... No es el más indicado para... No trata muy bien a las chicas y...
-Bueno, cuando vuelva, te diré si me ha tratado bien, ¿vale?
Me dio un beso en la mejilla y bajó corriendo las escaleras.
-¡Adiós!
Y ella y Matt desaparecieron por la puerta.
Me senté en la escalera.
No había podido evitar que se fuera con él.
Maldita sea.
-Claudia, tu madre y yo vamos a salir. Tú de salir ni hablar, ya lo sabes. Estaremos aquí antes de las nueve.
-Sí, papá.
Subí a mi cuarto y, como me aburría, llamé a Harry, quitándole el móvil a mi madre, que, gracias a Dios, siempre se dejaba en casa.
-Eh, Harry. ¿Qué tal?
-Aquí estoy, jugando al Fifa con Zayn, ¿y tú? ¿Qué tal?
-Aburrida mortalmente.
-¿Y eso? ¿Y tu hermana?
-Se ha ido.
-¿Qué se ha ido? ¿Adónde? ¿Pero no estábais castigadas?
-Se ha ido con el chico ese que dijistéis que...El de las pizzas, vamos.
Harry se quedó en silencio.
-Voy a decírselo a los demás, un momento.
Escuché unos murmullos y un sonoro "¡¿Qué?!" que por la entonación y el fuerte acento diría que fue Niall y luego Harry volvió a coger el teléfono.
-¿Cómo dejaste que se fuera con él?
-Intenté que no lo hiciera, pero ella no hizo caso...¿Qué ha sido eso?
-Oh, Niall le ha dado una patada a la pata de la mesa, esta se ha roto y se ha caído todo lo de la mesa, pero en fin... Lo hecho, hecho está.
-¿Le pasará algo?
-No creo... Pero por si acaso, será mejor que no salga más veces con él. ¿Y de ti? ¿Qué hay?
-Aburrida, ya te lo he dicho. Mis padres se han ido y a Cris le han levantado el castigo para salir con Matt...
-¿Matt?
-Así se llama el chico de las pizzas.
-Oh... Sí, claro, claro. Matt, tienes razón. ¿Y por qué no te vienes con nosotros?
-¿Estás loco? Si mi padre se entera, nos mata a todos.
-Es un riesgo que tendremos que correr. Venga, va, vente.
-Mis padres han dicho que volverían antes de las nueve...
-Pues estarás en casa antes de esa hora, ¿qué problema hay?
-¡Bueno vale, está bien!
-Te vamos a buscar nosotros y así damos una vuelta, que llevamos todo el día encerrados en casa.
-Como queráis, aquí espero.
-¡Hasta ahora entonces!
-¡Adiós!
Corrí a mi armario y me puse esto:

Después esperé pacientemente a que los chicos llegaran.
No tuve que esperar mucho.
-Siento que, al hacer esto, estamos jugando con la muerte-dijo Zayn, haciéndonos reír.
Echamos a andar por el bosque para ir al pueblo.
Niall iba con una cara de agrio que no podía con ella.
-¿Qué le pasa?-le pregunté a Harry, que era el que caminaba a mi lado.
Noté que, cuando balanceaba el brazo al caminar, fruncía el cejo.
-¿A Niall? No sé... Lleva con esa cara desde que nos has dicho que Matt se ha ido con Cris.
-¿Qué? ¿Por qué?
Se encogió de hombros.
-Sus razones tendrá, supongo.
-¿Y a ti qué te pasa en el brazo? ¿Te duele?
-Sí, un poco, ayer caí sobre él... Pero no te preocupes, no es nada.
Llegamos al pueblo y echamos a andar por sus calles.
Me reí bastante cuando Louis corrió a espantar a una bandada de palomas que estaban posadas en el suelo de la plaza.
Cuando estas empezaron a atacarle, Harry y yo negamos con la cabeza, Zayn corrió en su ayuda, Liam les sacó una foto y Niall... Seguía igual de agrio que siempre.
-Flashback Niall-
-¿Se puede saber a qué ha venido el numerito ese de Cris y tú?-preguntó Zayn.
-Déjalo, ¿quieres?
-Sí, Niall. Nos has dejado con la intriga-dijo Liam.
Suspiré.
-Ella tiene razón. Ya sabéis que ayer estuve montando guardia en el árbol. Ella me vio y salió a buscarme.
-¿Por qué hizo eso?-preguntó Louis.
-No lo sé, yo no estoy en su cabeza.
-Bueno, ¿y qué pasó? ¡Sigue contando!-me apremió Liam.
-Me escondí para que no me viera y se pensara que había visto mal, pero ella me llamaba y no se iba... Finalmente se calló y vi que estaba tirada en el césped, empapándose. ¿Qué queríais que hiciera? La cogí en brazos y de un salto, entré en su cuarto, la dejé en su cama, la tapé y me fui.
-Pero ella dijo que te vio.-añadió Harry.
-Cuando ya tenía puesto un pie en el alféizar, ella abrió los ojos y me vio. Me fui lo más rápido que pude, pero ya me había visto.
-¿Y por qué no le dices que es cierto, que en verdad eso pasó?-dijo Liam.
-Porque... ¿Cómo le dices que eso es cierto sin que le expliques la verdad de cómo pude hacerlo? Ninguna persona normal da un salto de tres metros y entra por una ventana. Aceptarlo sería... Como confesarle la verdad. Y prometimos no hacerlo.
-Fin flashback Niall-
-¡Louis, tío! ¡No vuelvas a molestar a las palomas nunca más!-dijo Zayn, mientras se limpiaba con un pañuelo que yo le había dado la cagarruta de una paloma que tenía en el hombro.
-Ha sido una accidente, Zayn, Kevin no quería hacerlo, pero te pusiste en medio...
Seguimos andando por las calles del pueblo.
Iba un poco nerviosa.
No sabía adónde habían ido mis padres y si me los iba a encontrar.
Entonces, Niall bufó.
Seguimos con la mirada donde estaba mirando y nos sorprendimos al ver a mi hermana, junto con Matt, a unos doscientos metros.
Esta nos saludaba con la mano y nosotros hicimos lo mismo, aunque detecté que los chicos no sonreían en absoluto.
Matt, al vernos, agarró a mi hermana de brazo y empezó a tirar de ella, llevándola hacia el bosque.
Niall quiso ir detrás, pero Liam le agarró del hombro.
Cuando este se giró para mirarle, Liam negó con la cabeza.
Niall volvió a bufar, se dio media vuelta y echó a andar.
Nosotros, confundidos, echamos a andar tras él.
Estaba un tanto preocupada.
¿Por qué había reaccionado Matt así? ¿Y la reacción de Niall?
No entendía nada y las cosas que no entendía no hacían más que aumentar y aumentar.
Empezó a chispear, así que nos metimos en un bar.
Nos tomamos unas cuantas Coca Colas y después, cuando paró de chispear, salimos de nuevo y nos sentamos en unos bancos de la plaza.
La tarde se me pasó volando y antes de darnos cuenta, ya eran las nueve menos diez y tuvimos que andar deprisa, casi corriendo, para llegar a mi casa.
Cuando llegamos, el coche de mis padres hacía acto de presencia.
-¡Dios mío, que ya han llegado!-exclamé y pensé rápido.-¡Corred, a la parte de atrás!
Corrimos hacia la parte trasera y vi que, en efecto, mi hermana había dejado la gran ventana de su cuarto abierta. ¿Para que Niall se colara por ella otra vez? Quién sabe.
-¡Corred! Tenéis que auparme hasta la ventana.
-¿Y cómo hacemos eso?
-¡Rápido, no hay tiempo!
Harry se inclinó y yo me senté sobre sus hombros, Louis aupó a Harry y Zayn aupó a este último.
Mis manos rozaron el alfeizar.
-¡Solo un poco más!-dije.
Niall suspiró, agarró a Zayn por las rodillas y lo levantó.
Gracias a eso, agarré el alféizar y pude colarme dentro.
-¡Gracias!-dije, despidiéndome con la mano y echando a correr a mi cuarto.
Cuando entré en mi cuarto y cerré la puerta tras de mí oí que se cerraba la puerta de la calle.
-¡Claudia! ¿Estás en casa?
-¡Sí!
Me cambié a toda prisa, guardé la ropa, cogí el libro y me tumbé en la cama.
Cuando mi padre abrió la puerta, me encontró leyendo en la cama.
-¿Tu hermana aún no ha venido?
-No.
-Debería haberse llevado el móvil, aunque estando con Matt, no creo que le pase nada malo...
Pues eso no es lo que a mí me han dicho, papá.
No tuve que esperar mucho.
-Siento que, al hacer esto, estamos jugando con la muerte-dijo Zayn, haciéndonos reír.
Echamos a andar por el bosque para ir al pueblo.
Niall iba con una cara de agrio que no podía con ella.
-¿Qué le pasa?-le pregunté a Harry, que era el que caminaba a mi lado.
Noté que, cuando balanceaba el brazo al caminar, fruncía el cejo.
-¿A Niall? No sé... Lleva con esa cara desde que nos has dicho que Matt se ha ido con Cris.
-¿Qué? ¿Por qué?
Se encogió de hombros.
-Sus razones tendrá, supongo.
-¿Y a ti qué te pasa en el brazo? ¿Te duele?
-Sí, un poco, ayer caí sobre él... Pero no te preocupes, no es nada.
Llegamos al pueblo y echamos a andar por sus calles.
Me reí bastante cuando Louis corrió a espantar a una bandada de palomas que estaban posadas en el suelo de la plaza.
Cuando estas empezaron a atacarle, Harry y yo negamos con la cabeza, Zayn corrió en su ayuda, Liam les sacó una foto y Niall... Seguía igual de agrio que siempre.
-Flashback Niall-
-¿Se puede saber a qué ha venido el numerito ese de Cris y tú?-preguntó Zayn.
-Déjalo, ¿quieres?
-Sí, Niall. Nos has dejado con la intriga-dijo Liam.
Suspiré.
-Ella tiene razón. Ya sabéis que ayer estuve montando guardia en el árbol. Ella me vio y salió a buscarme.
-¿Por qué hizo eso?-preguntó Louis.
-No lo sé, yo no estoy en su cabeza.
-Bueno, ¿y qué pasó? ¡Sigue contando!-me apremió Liam.
-Me escondí para que no me viera y se pensara que había visto mal, pero ella me llamaba y no se iba... Finalmente se calló y vi que estaba tirada en el césped, empapándose. ¿Qué queríais que hiciera? La cogí en brazos y de un salto, entré en su cuarto, la dejé en su cama, la tapé y me fui.
-Pero ella dijo que te vio.-añadió Harry.
-Cuando ya tenía puesto un pie en el alféizar, ella abrió los ojos y me vio. Me fui lo más rápido que pude, pero ya me había visto.
-¿Y por qué no le dices que es cierto, que en verdad eso pasó?-dijo Liam.
-Porque... ¿Cómo le dices que eso es cierto sin que le expliques la verdad de cómo pude hacerlo? Ninguna persona normal da un salto de tres metros y entra por una ventana. Aceptarlo sería... Como confesarle la verdad. Y prometimos no hacerlo.
-Fin flashback Niall-
-¡Louis, tío! ¡No vuelvas a molestar a las palomas nunca más!-dijo Zayn, mientras se limpiaba con un pañuelo que yo le había dado la cagarruta de una paloma que tenía en el hombro.
-Ha sido una accidente, Zayn, Kevin no quería hacerlo, pero te pusiste en medio...
Seguimos andando por las calles del pueblo.
Iba un poco nerviosa.
No sabía adónde habían ido mis padres y si me los iba a encontrar.
Entonces, Niall bufó.
Seguimos con la mirada donde estaba mirando y nos sorprendimos al ver a mi hermana, junto con Matt, a unos doscientos metros.
Esta nos saludaba con la mano y nosotros hicimos lo mismo, aunque detecté que los chicos no sonreían en absoluto.
Matt, al vernos, agarró a mi hermana de brazo y empezó a tirar de ella, llevándola hacia el bosque.
Niall quiso ir detrás, pero Liam le agarró del hombro.
Cuando este se giró para mirarle, Liam negó con la cabeza.
Niall volvió a bufar, se dio media vuelta y echó a andar.
Nosotros, confundidos, echamos a andar tras él.
Estaba un tanto preocupada.
¿Por qué había reaccionado Matt así? ¿Y la reacción de Niall?
No entendía nada y las cosas que no entendía no hacían más que aumentar y aumentar.
Empezó a chispear, así que nos metimos en un bar.
Nos tomamos unas cuantas Coca Colas y después, cuando paró de chispear, salimos de nuevo y nos sentamos en unos bancos de la plaza.
La tarde se me pasó volando y antes de darnos cuenta, ya eran las nueve menos diez y tuvimos que andar deprisa, casi corriendo, para llegar a mi casa.
Cuando llegamos, el coche de mis padres hacía acto de presencia.
-¡Dios mío, que ya han llegado!-exclamé y pensé rápido.-¡Corred, a la parte de atrás!
Corrimos hacia la parte trasera y vi que, en efecto, mi hermana había dejado la gran ventana de su cuarto abierta. ¿Para que Niall se colara por ella otra vez? Quién sabe.
-¡Corred! Tenéis que auparme hasta la ventana.
-¿Y cómo hacemos eso?
-¡Rápido, no hay tiempo!
Harry se inclinó y yo me senté sobre sus hombros, Louis aupó a Harry y Zayn aupó a este último.
Mis manos rozaron el alfeizar.
-¡Solo un poco más!-dije.
Niall suspiró, agarró a Zayn por las rodillas y lo levantó.
Gracias a eso, agarré el alféizar y pude colarme dentro.
-¡Gracias!-dije, despidiéndome con la mano y echando a correr a mi cuarto.
Cuando entré en mi cuarto y cerré la puerta tras de mí oí que se cerraba la puerta de la calle.
-¡Claudia! ¿Estás en casa?
-¡Sí!
Me cambié a toda prisa, guardé la ropa, cogí el libro y me tumbé en la cama.
Cuando mi padre abrió la puerta, me encontró leyendo en la cama.
-¿Tu hermana aún no ha venido?
-No.
-Debería haberse llevado el móvil, aunque estando con Matt, no creo que le pase nada malo...
Pues eso no es lo que a mí me han dicho, papá.
¡Buenas a todas! Soy Cris, ya sabéis. Si, diréis "¿pero este capítulo no le tocaba a Claudia?" y en efecto, le tocaba escribirlo a ella, pero no ha podido y no podrá en unos días, así que yo me encargaré tanto de subir los míos como los suyos (?) Lamento haberme ido tanto tiempo (creerme, en verdad lo lamento) y que espero que os guste el capítulo. Hoy por la noche o mañana, confio en tener el 9. Besos (;
No hay comentarios:
Publicar un comentario