Prólogo
-Abuelo, ¡ya
estamos aquí!
Cris y yo
entramos gritando por la puerta de casa del abuelo, hacia como una semana que
no íbamos, y se echaban de menos las historias sobre vampiros y cosas similares
del abuelo. Lleva contándonos historias así desde que nacimos, se podría decir,
que hemos vivido con ello.
-¿Qué os he
dicho de venir solas?
Dijo,
mirando con entusiasmo tras la ventana. Últimamente, cuando veníamos, siempre
hacia lo mismo, siempre estaba mirando por la ventana, con preocupación.
-Abuelo…
somos mayores-Replicó Cris
-Nunca se
es bastante mayor para andar a solas por estos bosques, no son nada seguros,
niñas.
Nos
revolvió el pelo a ambas, como siempre hacia y nosotras resoplamos, el abuelo rió.
A sus 90 años, era un hombre apuesto, que siempre estaba de buen humor. Pero
desde que murió la abuela, había estado algo mas… raro.
-¿Hoy nos
contarás alguna de tus historias, abuelo?
Dije yo,
con entusiasmo. Adoraba las historias del abuelo, sin duda, eran de lo mas
entretenidas, e irreales.
-Solo si
vosotras queréis.
Ambas
asentimos entusiasmadas, el abuelo se levantó del sillón, emitiendo un sonido,
molesto, para los oídos. Ese sillón de cuero negro, y viejo, que tenia mi
abuelo en el salón, no me traía buenos recuerdos. Recuerdo, que, de pequeña,
con tan solo unos seis años, me puse sobre ese sillón, y… empecé a bailar,
total, que se me enganchó el pié. Vete tú a saber dónde, y me caí, me di en la
cabeza, y me pusieron grapas. No he sido un angelito, que digamos.
El abuelo
se acercó a la ventana, mirando a través de ella, como solía hacer. Pero esta
vez se quedó un poco más de tiempo de lo normal, simplemente, mirando hacia el
bosque.
Cris me
miró y se encogió de hombros.
-Abuelo,
¿Qué haces? -Preguntó
El abuelo
desvió su mirada de aquella ventana, era un dia de viento, de mucho viento. Se
acercó a nosotras, serio.
-Miraba,
vigilaba si había algún vampiro ahí fuera, dispuesto a comerse a las mejores nietas
del universo -Bromeó, nosotras reimos- Voy a por unos ajos, no tardo.
El abuelo
salió del salón, y Cris y yo nos quedamos allí, sentadas, al lado de la
hoguera, que no venia nada mal. Ya que era invierno, y hacia frio. Me levanté,
y fui a la cocina, junto a mi abuelo.
-Dile a
Cris que venga, rápido -Me ordenó
Así lo
hice, volví al salón, pero Cris no estaba. ¿Dónde se había metido?
-Abuelo,
Cris, no está-Dije
Mi abuelo
se giró, mirándome con los ojos abiertos como platos, tras esas gafas típicas
de hombre mayor que todos los abuelos del mundo tienen.
-Ve a
buscarla.
Salí de la
cocina y volví al salón, había un poco de sangre en la alfombra, me asusté. Me
asusté mucho.
-¡Cris!
-Grité
-¡Estoy
aquí!
El baño, su
voz venia del baño. Entré corriendo y la vi, limpiándose la mano bajo el grifo.
-¡Que
susto!
-¿Por qué?
Solo es que me corté con una hoja, nada mas.
Solté una
risilla, no se podía ser más tonta, no se podía. Volvimos ambas al salón, donde
el abuelo ya había colocado ajos por todas las ventanas posibles.
-¿Dónde
estabas, hija?
Cris rie y
nos sentamos ambas en el mismo sitio de antes, junto a la hoguera, con las
piernas a lo indio, frente a nuestro abuelo, que se acomodaba en el sillón.
Dispuesto a empezar otra de sus historias.
-Pues veréis,
niñas -Empezó- Esta es la historia, la más horripilante que vais a oír en toda
vuestra vida. Todo empezó hace muchos, muchos años atrás, aquí mismo, en el
bosque. Vladirmir , el primer vampiro de la historia, del que ya os he hablado
antes.
-¿El que
mató a el campesino que no quiso darle sus gallinas? -Preguntó Cris
-Ese mismo,
pues él fue el que empezó todo, aquí. Empezó una de las hermandades de vampiros
más grandes, y se convirtió en un hombre, respetado por todos. Tenia a los
campesinos en su mano, y el rey, el rey no decía nada, por miedo a que le
matara. Entonces, un dia de luna llena-Miró por la ventana- Como el de hoy, o
peor. El hombre salió de su cueva, por la noche, a la caza. Atravesó este
bosque, que entonces, tenia muchísimos más arboles, y era mucho más complicado atravesarlo
de lo que es ahora. -Mi abuelo paró un momento y suspiró- Entonces, se cruzó
con la princesa, y se enamoró de ella, sin pensarlo dos veces, la siguió. La
chica, muy asustada, empezó a correr, con tan mala suerte, que cayó por un
barranco que había cerca de su casa. Él, corrió todo lo que pudo hacia aquel
lugar y logró cogerla.
-Que
terrorífico -Bromeé
-Shh -Dijo
mi abuelo sonriendo, pero pronto se volvió serio otra vez- Y la chica, estaba toda
llena de rasguños, y sangre por todas partes, el intentó controlarse, y al
principio pareció controlarse.
-Esto
empieza a ser emocionante -Dijo Cris
-No me interrumpáis
más, niñas-Dijo mi abuelo, de repente, se oyó un ruido extraño, en la planta de
arriba. Cris dio un salto y se tiró encima mia. Ambas teníamos muchísimo miedo.
-No os preocupéis, iré a ver que es -Dijo mi abuelo poniéndose en pie
Salió del
salón, cerrando la puerta a sus espaldas.
-Cris,
tengo miedo -Dije abrazandola
-Yo también
Clau-Respondió
Poco
después oímos una risilla, esa risilla de mi abuelo. Entró en el salón y se
volvió a sentar en el sillón. Emitiendo ese extraño sonido, otra vez.
-Era solo
el gato -Cris y yo nos miramos, avergonzadas- Entonces, el chico se enamoró,
estuvieron quedando varios días. Pero ella solamente quería ser su amiga. Y
desde entonces, todos los chicos que veía demasiado cerca de Christine, morían atacados
por una bestia que nadie sabia que era. En efecto, era él, que por la noche, los
mataba a todos ellos. Al principio, creyó que podría con ello, que solo mataría
a los que se le acercaban, pero con el tiempo no podía controlarse. Necesitaba
una dosis muy grande de sangre, dia a dia -Mi abuelo estaba serio, mas serio de
lo normal, cuando nos cuenta sus historias.- Y terminó por matar a medio
pueblo. Al final, la chica terminó por enamorarse de él, pero cada vez que
estaban juntos, el intentaba morderla, pero al final, terminaba por resistirse.
-Se volvió a pausar.
-Vamos,
abuelo, no pares ahora-Dije
De repente,
una bocanada invadió la casa de mi abuelo, y las ventanas se cerraron de golpe.
Cayendo al suelo algunos de los manojos de ajos. El abuelo abrió bien los ojos,
y lo mas rápido que pudo, se levantó para volver a colocar los ajos en su
sitio. Cris y yo mirábamos divertidas la escena, mi abuelo estaba ya mayor para
ese tipo de cosas.
-La chica,
terminó sabiendo lo que él realmente era, pero no le importó, es mas… decidió
que quería ser como él, para estar juntos, para siempre.
Cris y yo
soltamos un pequeño ‘’Awww’’
-Pero no
salió bien, en una noche de Luna llena, que es cuando se puede convertir una
persona en vampiro, el Vlademir, se fue con Christina a una montaña cercana al
bosque. Creyendo que seria mas eficaz. Ella estaba nerviosa, y cuando llegó el
momento de la verdad. Se desmayó. Él aprovechando que se había desmayado y no podía
echarse atrás. La mordió, en la cadera, aún no se sabe porqué decidió ahí. El
caso es que no funcionó, la chica murió al acto, no se volvió a despertar de
aquel tonto desmayo, que la había condenado a la muerte. -Cris y yo nos
miramos, muertas de miedo. Era una tarde fría en pleno invierno. De mucho
viento y niebla espesa. No ayudaba. - Y desde entonces, se dice que el alma de
aquella chica ronda por los alrededores, sin paz.
-Jope
abuelo,¿ y como pretendes que durmamos ahora? -Pregunté
-También
dicen que Vladimir, se volvió loco, mataba a todo el que se interponía en su
camino. Haciendo así, aún mas grande la hermandad.
wou! me encanto ♥♥ :3
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